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lunes, 9 de marzo de 2020

Ehrlichiosis Canina

ETIOLOGÍA: Es una enfermedad de distribución mundial causada por la Rickettsia Ehrlichia canis, que se transmite a través de garrapatas del género Rhipicephalus sanguineus o bien por transfusión sanguínea de sangre infectada. La Ehrlichia no se transmite transgeneracionalmente dentro de las garrapatas pero sí transestadial mente. Es un microorganismo intracitoplasmático que infecta células mononucleares. Hay también otras dos especies de Ehrlichia que producen enfermedad en el perro. La Ehrlichia platys, que infecta las plaquetas provocando la trombocitopenia cíclica infecciosa, y la Ehrlichia ewingii, descubierta recientemente. La infección por Ehrlichia canis en su fase aguda provoca lesiones de vasculitis, aumento de la permeabilidad vascular, formación de inmunocomplejos y complicaciones como la CID. Dependiendo de la inmunidad del hospedador podemos encontrarnos con infecciones subclínicas o crónicas. En estos casos hay una respuesta a la estimulación antigénica persistente, con lo que aparecerán lesiones producidas por la respuesta inmunitaria continuada. En la fase crónica puede aparecer una hipoplasia severa de la médula ósea que puede ser irreversible.

PRONÓSTICO: El pronóstico es bueno en la fase aguda, observándose una mejoría clínica a los pocos días de iniciar el tratamiento. El pronóstico es malo en casos severos de ehrlichiosis crónica.
 SÍNTOMAS: La enfermedad aguda es estacional, presentándose la mayoría de casos en primavera y otoño, época de presencia de garrapatas, aunque la fase crónica de la enfermedad puede diagnosticarse durante todo el año. Los signos de infección aguda son: fiebre, depresión, anorexia, petequias, epistaxis, signos neurológicos, edema escrotal y linfadenopatía. Los signos de infección crónica incluyen petequias, epistaxis, palidez de mucosas, adelgazamiento, depresión, coagulopatía grave, lesiones oculares de uveítis anterior y desprendimiento de retina, dolor articular, cojeras, signos neurológicos centrales o periféricos.
 TRATAMIENTO: Se usa la tetraciclina así como la [doxiciclina]. Especialmente si hay signos neurológicos, debemos tratar con doxiciclina por su mejor paso al SNC, durante 2 a 3 semanas. Las infecciones agudas responden rápidamente y en las crónicas los efectos supresivos en la médula ósea pueden tardar tiempo en normalizarse. También puede utilizarse el dipropionato de imidocarb, repitiendo la aplicación a los 15 días. En ocasiones pueden administrarse corticosteroides como la [prednisona/olona] para tratar el componente inmunomediado de la enfermedad, especialmente en la fase crónica. La prevención debe realizarse con el control de las garrapatas. Los animales curados no quedan inmunizados y pueden volver a infectarse.


Toxoplasmosis en perros: síntomas, tratamiento y pronóstico

Las dos fases del ciclo biológico de la toxoplasmosis incluyen un ciclo enteroepitelial que ocurre exclusivamente en gatos (que son el reservorio principal) y otro ciclo extraintestinal o ciclo del tejido que ocurre tanto en gatos como en otras especies.

La ingesta de quistes tisulares de músculo infectado y de ooquistes esporulados presentes en alimentos y agua contaminada por heces son las principales vías de transmisión. La transmisión transplacentaria también se da en algunas especies.
El perro es un huésped intermediario cuyo contagio se suele dar a través de las heces de gato infectadas mediante la coprofagia de éstas o frotándose en ellas. Las heces ingeridas con ooquistes de T. gondii pueden permanecer después de su ingestión en las heces del perro de forma viable para su transmisión mediante la esporulación 11
Después de la ingesta de quistes o ooquistes, estos parasitan las células de la mucosa del tracto digestivo, se diferencian en taquizoítos y se multiplican para diseminarse por vía sanguínea o linfática afectando a órganos inmunoprivilegiados. Una vez en el tejido del órgano los taquizoítos se diferencian en bradizoitos dentro de las vacuolas parasitarias, que acaban convirtiéndose en quistes intracelulares. Estos quistes tisulares pueden persistir de por vida en el parasitado de manera latente pudiendo desarrollar una reactivación intermitente de estos quistes tisulares, normalmente sin presentar sintomatología.
En la mayoría de los casos se desarrolla una respuesta inmunitaria que resuelve la infección aguda. Los perros inmunodeprimidos tienden a presentar sintomatología y  mayores complicaciones debido a que sufren una mayor infiltración celular lo que conlleva a una mayor necrosis celular y a una reacción inflamatoria aguda. La mayoría de los casos con presencia de sintomatología se dan en perros menores de 1 año de edad (inmunodeprimidos a causa del proceso de maduración del sistema inmune).
El pronóstico es variable dependiendo del la localización y la gravedad de las lesiones, siendo peor en los casos cuya afectación sea a nivel del sistema nervioso central. Las presentaciones cutáneas son extremadamente raras.
La localización del tejido dañado determina los signos clínicos y la severidad de la infección. Si el parásito se adquiere mediante la ingesta de ooquistes o quistes tisulares los signos gastrointestinales inicialmente serán producidos por la destrucción local de los taquizoítos seguidos de los producidos por la propagación sistémica organoespecifica. El sistema neuromuscular, intestinal y respiratorio son los más afectados en el perro por lo que los signos asociados a esta patología son: temblor, convulsiones, letargia, descoordinación en la marcha, debilidad muscular, parálisis, fiebre, pérdida de peso, vómitos, diarrea, dolor abdominal, dificultad para respirar, ictericia, etc.
CICLO BIOLÓGICO DE LA VIDA DEL TOXOPLASMA:
Ante la presencia de signos clínicos el tratamiento de elección es la clindamicina con posología de 10-40 mg/kg/día vía oral. Se administra durante un mes y proporciona un rápido control de la sintomatología, excepto en caso de afectación del sistema nervioso central cuya recuperación es más lenta. En perros se puede utilizar trimetoprim como alternativa de tratamiento.
En nuestra plataforma de e-learning podrás encontrar recursos útiles e interactuar con otros veterinarios.
1) CANO-TERRIZA, D., PUIG-RIBAS, M., JIMÉNEZ-RUIZ, S., CABEZÓN, Ó., ALMERÍA, S., GALÁN-RELAÑO, Á., ... & GARCÍA-BOCANEGRA, I. (2016). RISK FACTORS OF TOXOPLASMA GONDII INFECTION IN HUNTING, PET AND WATCHDOGS FROM SOUTHERN SPAIN AND NORTHERN AFRICA. PARASITOLOGY INTERNATIONAL, 65(5), 363-366.
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jueves, 5 de marzo de 2020

QUE PUEDE COMER UNA MASCOTA CON GASTROENTERITIS

La gastroenteritis es una enfermedad muy conocida para los humanos que también puede ser padecida por nuestras mascotas en casa. Usualmente los perros manifiestan esta condición después de ingerir plantas o alimentos tóxicos para ellos, lo que ocasiona inflamación estomacal e intestinal y los molestos síntomas que la acompañan. Aunque algunas razas como el pastor alemán o el boxer son más propensos a padecer esta condición, cualquier perro sin importar la edad puede sufrirla. La alimentación es esencial para garantizar que nuestro animal mejore, por eso  te explicamos qué puede comer un perro con gastroenteritis para acelerar la recuperación de tu mascota.



Causas de la gastroenteritis en perros



Una vez que tu perro ha sido diagnosticado por el veterinario con gastroenteritis, es muy importante entender las causas de esta enfermedad para evitar que se repita. Además de las plantas y alimentos tóxicos que pueden generar inflamación en el estómago y el intestino de tu mascota, hay otros hábitos que pueden conducir a esta enfermedad:
  • Comer basura o alimentos descompuestos, es muy importante que eduques a tu perro para evitar que lo haga.
  • Comer alimentos crudos o mal preparados que puedan contener bacterias que causan la enfermedad. Lo mejor es que tu perro lleve una dieta en base a pienso y comida especial para mascotas, si optas por cocinar su propia comida debes asegurarte que las carnes estén siempre bien preparadas y que sean adecuadamente manipuladas.
  • Comer juguetes u objetos extraños, evita que tu perro lo mastique todo y si está en el proceso de dentición compra juguetes adecuados para evitar las molestias y garantizar su salud.
  • El contagio con bacterias u hongos también pueden ocasionar esta enfermedad.

En casos de gastroenteritis común, evita alimentarlo

La gastroenteritis en perros común no representa un peligro para la vida de tu animal, pero es importante cuidarlo bien para que se recupere pronto y para evitar cuadros severos de deshidratación. El diagnóstico de un veterinario resulta importante, pero si no es la primera vez que tu perro sufre de esta condición seguramente ya sabrás reconocerla y podrás actuar.
Es importante que durante los dos días siguientes al episodio evites alimentar a tu perro, de este modo garantizas que la inflamación del estómago e intestino se reduzca y los síntomas desaparezcan. Aunque no le des alimentos sólidos sí debes hidratarlo y nutrirlo como te explicamos en el siguiente paso.

Hidratación constante

Un perro con gastroenteritis tiene que mantenerse adecuadamente hidratado, pues los vómitos y la diarrea ocasionan la pérdida de líquido y sales minerales que pueden poner en riesgo la vida de tu mascota. Es posible que el veterinario hidrate al animal por vía intravenosa, pero en casa tú también debes aportar los cuidados necesarios, por eso te recomendamos que:
  • Tengas al alcance de tu liquidos como suero de sales de rehidratacion oral preparados con agua hervida en sus recipiente, cámbiala dos veces al día para incentivar al animal a beber.
  • Si tu perro no desea beber agua, ofrécele cubos de hielo para que los lama, esto lo ayudará a estar hidratado.
  • Añadir un poco de azúcar al agua también ayudará a atraer a tu mascota e incentivar a beber.
  • Para nutrirlo e hidratarlo puedes preparar un caldo de Verduras sin proteínas ni carbohidratos casero con agua, verduras, y zanahoria, sin sal, ni ningún condimento.  Cuela el caldo,  para dárselo al animal más adelante, y sírvelo en su recipiente donde el toma agua.
Si el perro muestra signos de deshidratación severa, deberás llevarlo al veterinario de forma inmediata.

martes, 3 de marzo de 2020

GASTROENTERITIS HEMORRÁGICA EN CANINOS

La gastroenteritis hemorrágica es una forma aguda de diarrea sanguinolenta y vómito que ocurre en los perros. La diarrea causa la pérdida de grandes cantidades de agua del cuerpo, lo que resulta en una deshidratación severa.
Cantidades sustanciales de sangre también pueden perderse en el tracto gastrointestinal (intestino), que puede ser una afección grave y potencialmente mortal si no se trata.
La causa en perros no está bien definida, algunas enfermedades virales (parvovirus canino, coronavirus canino) y parásitos (tricocéfalos) pueden causar signos similares, pero se piensa que está gastroenteritis surge independientemente de estas condiciones.
Se piensa que el estrés, la ansiedad y la hiperactividad son posibles factores contribuyentes en muchos casos de gastroenteritis hemorrágica canina.
Investigaciones recientes indican que puede ser una reacción alérgica (comida o inhalado). Los parásitos intestinales y las bacterias también pueden ser causas. Los perros que experimentan gastroenteritis hemorrágica pueden ser más propensos a desarrollar nuevamente la enfermedad en el futuro.
Algunos estudios han sugerido la participación de ciertas toxinas bacterianas (comida mohosa), pero en la mayoría de los casos no se encuentra ninguna causa.
Las razas pequeñas de perros se ven afectadas más comúnmente que los perros de razas grandes.
Los perros jóvenes (de mediana edad 5 años), pequeños y de raza de juguete (Yorkshire Terrier, Pinscher miniatura, Schnauzer miniatura, Poodle miniatura, Maltés) están sobrerrepresentados. No se ha identificado ninguna predisposición sexual.  El signo clínico más común es una diarrea severa que es notablemente sanguinolenta, por lo que la enfermedad se llama gastroenteritis hemorrágica, vómitos también se presentan.
Los signos clínicos se desarrollan rápidamente y los perros afectados pueden tener una temperatura corporal por debajo de lo normal y escalofríos.
La piel puede sentirse seca y algo espesa debido a la deshidratación. Las encías a menudo son secas y pegajosas al tacto, y pueden ser de color oscuro y rojo «ladrillo».
El médico veterinario recomendará pruebas de laboratorio para medir el grado de deshidratación, buscar otras enfermedades que causen signos similares y buscar afecciones complicadas, como insuficiencia renal (causada por la deshidratación)    Se pueden realizar pruebas para buscar parvovirus canino y parásitos intestinales. También se pueden recomendar otras pruebas de laboratorio y radiografías.
Las pruebas de detección rápida incluyen la medición del volumen celular empaquetado (PCV) y la proteína total (TP). Los perros con gastroenteritis hemorrágica generalmente tienen una PCV alta con una TP normal, mientras que los perros con deshidratación por otras causas generalmente tienen una PCV alta y TP alta. Esta distinción es muy importante para hacer el diagnóstico.
Los pacientes con gastroenteritis hemorrágica necesitan terapia intensiva, porque a menudo están severamente deshidratados, que puede llevar a la falla de los riñones, el hígado y el corazón.
La mayoría de los pacientes requieren hospitalización por fluidoterapia intravenosa para reemplazar los líquidos perdidos y mantenerse al día con las pérdidas continuas de líquidos por la diarrea.
Los perros pueden deteriorarse muy rápidamente y pueden morir dentro de las horas posteriores al inicio de los signos clínicos si no reciben el tratamiento adecuado.
Con frecuencia reciben antibióticos (como ampicilina, enrofloxacina o metronidazol) para combatir la posible infección intestinal secundaria. La terapia adicional puede incluir protectores gastrointestinales y medicamentos contra el vómito.
La comida a menudo se retiene hasta que se resuelve el vómito. La hospitalización puede continuar por al menos 1-2 días hasta que el perro comience a comer.  La atención de apoyo con antibióticos, soluciones de electrolitos y medicamentos antiácidos también se proporcionan comúnmente durante este tiempo.
Si los niveles de proteína corporal disminuyen a partir de la pérdida severa de sangre, se pueden recomendar soluciones coloidales intravenosas especiales o transfusiones de plasma.
Es posible que se requiera un control intensivo de los signos vitales (como la frecuencia cardíaca, la producción de orina, la temperatura corporal y el peso corporal) y pruebas de laboratorio para los perros gravemente enfermos mientras están hospitalizados.

Para la mayoría de los perros se recomiendan las pruebas seriales de PCV, TP y electrolitos. Los perros que sobreviven a la crisis inicial y responden a la fluidoterapia generalmente se recuperan rápidamente y es posible que no necesiten más visitas de seguimiento después del alta.   Si se producen complicaciones como la reducción de la función renal, a menudo se necesita visitas de seguimiento y monitoreo o pruebas repetidas.
La gastroenteritis hemorrágica es una enfermedad extremadamente grave en perros pequeños, y sin tratamiento su pronóstico es reservado.
Con el tratamiento adecuado, el pronóstico aún es incierto en algunos perros, dependiendo de qué tan deshidratado estaba el perro al comienzo del tratamiento. Incluso con la mejor atención intensiva, algunos perros mueren de esta enfermedad.
Los perros que sobreviven las primeras 24 horas de tratamiento tienen un buen pronóstico. Las recurrencias son posibles en algunos perros en una fecha posterior.   

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Veterinaria Dr. Leonardo Vargas, al servicio de sus mascotas.



Hola soy Leo Vargas, medico veterinario de mascotas de compañía, si me acompañan a lo largo de cada mes,aprovecharemos para ir aprendiendo sobre los cuidados y la salud de nuestros amados peluditos de casa, toda lo que pueda enseñarles sobre la tenencia de las mascotas lo veras acá con la Veterinaria Dr Leo Vargas Méndez,gracias.